sábado, 29 de diciembre de 2012

¡Feliz 2013!





Queridos músicos, aprendices, aficionados y profesionales, queridos clientes, queridos amigos.

Otro año más que pasó, un año especial para este servidor, el primer año con un taller a puertas abiertas, trabajando por cuenta propia, sin casas de música como intermediarios, directo con ustedes.

Quiero agradecerles haberlo hecho posible, por permitirme vivir de lo que amo y dejarme formar parte, aunque sea de forma indirecta de sus creaciones, de su música, de su arte.

Para un luthier, formar parte de ese hermoso proceso conocido como música es un placer indescriptible, y eso lo hacen posible ustedes, sin sus manos, un instrumento no es más que un pedazo de árbol muerto, y, en el mejor de los casos, un bello adorno.

Muchas gracias también a aquellos músicos que me hacen crecer como profesional, que alimentan la relación constructor-intérprete lo que hace que ganemos todos, que gane la música, que sea más propia, que cada quien avance en su búsqueda del propio sonido, en la expresión de sus músicas interiores. 

Infinitos agradecimientos a aquellos que cruzaron una línea entre mates, virutas y pruebas de sonido, y hoy, con orgullo, no los llamo clientes, sino amigos.

Y por último, un gran abrazo a los que ayudan a difundir mis trabajos, teniendo en cuenta que el taller está en un pueblito en la montaña, puedo trabajar gracias a ellos, los que comparten alguna imagen, hablan con su compañero del conservatorio sobre mis guitarras, traen a sus amigos al taller, etc.

¡Muchas gracias a todos ustedes, brindo por un nuevo año junto a ustedes, pero con más instrumentos, más viruta y, por supuesto, mucha más música!

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